¿Es este el comienzo de la Tercera Guerra Mundial?
¿Es la guerra entre Irán e Israel el inicio de la Tercera Guerra Mundial? Es una pregunta que muchos se hacen. Si no lo es, sin duda se siente como la chispa que enciende un polvorín global, uno que fácilmente podría estallar en un conflicto mundial.
Durante años, Irán ha expresado abiertamente su deseo de borrar a Israel del mapa. ¿Y su mayor preocupación? Que Irán pueda adquirir armas nucleares para convertir esa amenaza en realidad. Esta preocupación no es irracional. Si bien la mayoría de las naciones consideran las armas nucleares como un elemento disuasorio, el objetivo de Irán parece ser mucho más siniestro. Pretende erradicar a Israel, haciéndose eco de las ambiciones genocidas de Hitler.
Pero Israel ya no se queda de brazos cruzados. Recientemente lanzó la Operación León Ascendente, una campaña militar sorpresa dirigida a la infraestructura nuclear y militar iraní. Mediante ataques aéreos y operaciones encubiertas, Israel atacó plantas de enriquecimiento de uranio, fábricas de misiles y posiciones clave de la Guardia Revolucionaria. Irán confirmó la devastación: explosiones en Teherán, altos comandantes presuntamente muertos y su programa nuclear significativamente obstaculizado.
El mundo observa. Los precios del petróleo se han disparado. Los mercados globales se ven sacudidos. Para los estudiantes de la Biblia, estos eventos resuenan con familiaridad profética.
¿Podría esto estar relacionado con la profecía bíblica?
Muchos creen que sí. En Ezequiel 38 y 39, las Escrituras hablan de un futuro ataque contra Israel por parte de una coalición de naciones. Un actor clave mencionado es Persia, el actual Irán:
“Persia, Etiopía y Libia están con ellos…” — Ezequiel 38:5 (RVR1960)
Algunos creen que estamos presenciando el cumplimiento de estas antiguas profecías en tiempo real: un Irán hostil, un Israel amenazado y un mundo en vilo, temiendo una guerra nuclear.
Pero para los cristianos, Jesús dio este reconfortante recordatorio:
“Cuando estas cosas comiencen a suceder, erguíos y levantad la cabeza, porque vuestra redención está cerca”. — Lucas 21:28 (RVR1960)
Jesús también dijo que el fin no llegaría hasta que el evangelio se hubiera predicado a todas las naciones. La profecía no solo debe despertar la curiosidad, sino también inspirar urgencia. Sirve como recordatorio de que Dios ve el futuro, tiene el control total y nos llama a aprovechar al máximo el tiempo que nos queda para compartir el evangelio.