
Encontré una excelente forma para compartir inofensivamente y efectivamente mi fe. Todo lo que hago es llevar en mi bolsillo algunos centavos que están impresos con los Diez Mandamientos. Tomo uno y se lo doy a un extraño diciendo «Mire, tengo un regalo para usted.» Cuando les doy el centavo reluciente, ellos preguntan «¿Y qué es esto?» yo respondo «es uncentavo con los Diez Mandamientos impresos en él. ¿Cuántos de ellos has guardado?» Ellos generalmente responden, «casi todos. He quebrantado uno o dos por ahí pero nunca maté a nadie.» Entonces gentilmente voy y los conduzco a través de cada mandamiento. Esto nunca falla.
En una ocasión, tenía solo 30 segundos para hablar a alguien que estaba en el ascensor conmigo. Saqué un centavo de mi bolsillo, se lo di y le dije «Tome, este regalo para usted.» Él, como era de esperar, me preguntó, «¿Qué es esto?» Entonces contesté, «es un centavo con los diez mandamientos en él. ¿Cuántos haz guardado?» y esperé la respuesta común. En vez de ella, bajó la mirada y viendo la moneda me dijo «ninguno, este es el primero que me dan.» Salió del ascensor sin que yo pudiera decir otra palabra. (Fuente: Escuela de Evangelismo Bíblico – Lección 7)