Correré el riesgo.

por | Mar 24, 2020

¿Con qué? ¿Con la eternidad? La eternidad es un tiempo demasiado largo como para equivocarse. ¿Por qué desearías apostar con algo tan importante como tu destino eterno? Cuando toma sólo unos momentos confiar en Cristo para tu salvación. Pero habrá una eternidad de dolor y rechazo si no lo haces.

No corres el riego con las armas, ¿o sí? No corres riesgo con la luz roja, ¿o sí? ¿Te arriesgarías con algo que tiene mucha más importancia que estas cosas? No te arriesgues con algo que es eterno. No vale la pena.

Jesús dijo que Él era el único Camino a Dios. Él perdonó pecados, caminó sobre el agua, calmó una tormenta con sólo una orden, levantó gente de entre los muertos, y resucitó Él mismo. Nadie en toda la historia ha hecho esto. Si Él puede hacer todo esto, ¿no te parece que debes escucharle?

Millones de personas pasan docenas de horas cada semana mirando gente muerta por televisión. Desde Elvis a Lucy y a Jimmy Steward, los rostros de gente que no vive nos entretienen. El tiempo no sólo arrebató su apariencia, éste arrebató sus vidas. Hoy, las hermosas estrellas de Hollywood están siendo filmadas, así la generación del mañana puede también pasar tiempo mirando gente muerta en la televisión.

El tiempo hace hoy la memoria del mañana. Las semanas parecen pasar rápidamente delante de nosotros como postes telefónicos, en la ventana de este tren veloz que se llama vida.

Antes de mi conversión, tenía pensamientos que me había obligado a guardar para mí mismo. Yo pensaba “no tiene sentido que toda la humanidad esté caminando hacia la muerte, y en vez de buscar la cura para el proceso de envejecimiento, estemos buscando vida inteligente en el espacio, o la cura para el resfrío común. Nadie parece estar preocupado acerca de nuestro gran problema. Nadie siquiera habla acerca de la muerte.” Pero ahora que he provisto que Dios ha provisto una cura, la salvación a través de Cristo Jesús, para la enfermedad más grande del ser humano, la muerte, no dejaré de hablar de esto.

Si comprara un auto nuevo y leyera en el manual del propietario que tiene cierto tipo de motor, no me debería sorprender al levantar la capota, encontrarme el motor exactamente como el manual dijo que sería. El manual del fabricante me da un vistazo dentro de la maquinaria no visible del vehículo. Esto también es verdad con los seres humanos. El manual del Creador nos explica cómo pensamos y por qué reaccionamos de la manera que lo hacemos. Nos levanta la capota y nos revela cómo trabaja internamente el homo sapiens.

Al hacer esto, la Biblia nos revela una herramienta, a menudo olvidada, que podemos usar para alcanzar al perdido. Esa herramienta es el “temor a la muerte.” Para el cristiano que puede encontrar tal acercamiento como algo negativo puede mirarlo desde el punto de vista positivo al llamarlo “la voluntad de vivir.” Todo ser humano en sus cabales tiene un temor a la muerte (Hebreos 2:15). Él no desea morir. Él se sienta con ojos bien abiertos, mirando a través de la ventana del tren veloz, viendo pasar la vida.

Aquí está la manera de usar el temor de la muerte como una herramienta cuando hablas a una persona no salva: “Vamos a suponer que una persona promedio muere a los 70 años. Entonces si tienes 20 años, tienes sólo 2500 fines de semanas de vida. Si tienes 30, tienes 2000 fines de semanas antes de morir. Si tienes 40 años, sólo tienes 1500 fines de semana. Si tienes 50 años, tan sólo te quedan 1000 fines de semana, y si tienes 60 apenas te quedan 500 fines de semana hasta que el día de la muerte te llegue”

Podemos asociarnos mejor con los “fines de semanas”, mientras los años ponen a la muerte a una larga distancia. Esto nos debiera sacudir lo suficientemente para preguntarnos: ¿Qué estoy haciendo de mi vida? ¿Qué estamos haciendo para alcanzar al perdido? Nos debiera preocupar si tenemos los ojos secos cuando oramos. El “tren” del cristiano lo llevará a la presencia de Dios. Para aquellos que confían en Cristo Jesús, la muerte ha sido vencida. Pero el tren del no regenerado le llevará a un desastre terrorífico. Su fin será de tormento eterno en el infierno. A la luz de tales pensamientos terribles, todas nuestras actividades son triviales comparadas con advertir a los perdidos acerca de su destino.

Se ha dicho sabiamente que cada uno de nosotros es único… como cualquier otro. En verdad, cada individuo singular es singularmente predecible. Todo pecador tiene temor de la muerte. Él no puede negar que tiene naturalmente una voluntad de vivir. Por eso tiene sentido que le hagamos recordar de la realidad de que él tiene “una cita” que guardar. Dile, claramente, cuántos fines de semana le quedan. Entonces apela a la razón diciéndole “si hubiera una oportunidad en un millón que Jesucristo haya abolido la muerte y haya traído inmortalidad a través del evangelio, entonces le debes exigir a tu sentido común investigarlo.” Como Charles Spurgeon dijo “Los hombres son ayudados a vivir recordándoles que deben morir.”

~Ray Comfort

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