Hace algunos años, una iglesia tradicional removió la canción “Firmes y Adelante”de su índice de alabanzas porque hacia referencia a la guerra. Eso se entiende bien por gente que nunca ha sido nacida de nuevo. La guerra es la última cosa en sus mentes. Ellos son “hacedores de paz” reuniéndose en un edificio que piensan es la “iglesia.” Ellos no han nacido del Espíritu, y por ello viven en el mundo natural. No son sensibles espiritualmente porque su espíritu esta muerto. El mundo piensa que hay paz entre el hombre y Dios, pero la Biblia es clara que el hombre no-regenerado es enemigo de Dios en su mente a través de sus acciones perversas, que quien es amigo del mundo es enemigo de Dios (ver Colosenses 1:21, Romanos 5:10, Romanos 8:7, Santiago 4:4). Muchos dentro de la Iglesia han perdido de vista esta importante verdad, algo que es evidente en su pasivo estilo de vida. Nos hemos convertido como en el Mar Muerto. Está muerto porque hay agua que fluye hacia él, pero de ahí no sale. El agua se ha hecho tan salada, que un humano no puede hundirse ahí. Nada puede vivir ahí, nadie puede penetrar esa agua… así es la Iglesia contemporánea. Si la iglesia promedio hiciera el ruido que hace el domingo, en Lunes, ciertamente veríamos un avivamiento.
Aunque parezca inservible, el Mar Muerto contiene minerales muy valiosos, que esperan ser colectados. También la Iglesia moderna. Es un campo que está listo para ser cosechado, tanto de almas como de trabajadores.
Puede ser que la Iglesia necesita suprimir la canción “Firmes y Adelante” y reemplazarla con algo mas apropiado:
Retrocedan soldados Cristianos, huyan de la batalla
Con la Cruz de Jesús escondida.
Cristo nuestro maestro, está contra el enemigo
Pero adelante en la batalla, no iremos.
Como una tortuga se mueve la Iglesia de Dios
Hermanos, nos tropezamos donde ya lo habíamos hecho.
Estamos divididos, muchos cuerpos somos
Con muchas doctrinas y poca caridad.
Coronas y espinas pueden morir, reinos se levantan y se acaban,
Pero la Iglesia de Jesús escondida sigue.
Puertas del Infierno nunca prevalecerán contra la Iglesia
Tenemos la promesa de Cristo, pero pensamos que fallará.
Siéntense aquí, únanse a nuestra inútil multitud
Unan sus voces en débil canción
Bendiciones, facilidad y confort, pidan a Cristo el Rey
Con nuestro pensamiento moderno, no hacemos nada.
(Anónimo)
¿Estamos ardiendo por Dios? ¿Podemos decir que hemos compartido nuestra fe con más de 12 personas en los últimos 12 meses? ¿Tenemos el testimonio de “vivir significa oportunidades para Cristo?” ¿La pasión por evangelizar quema nuestros huesos? No importa cuanto oremos, diezmamos y sacrificamos. Seguro, esos son elementos básicos de la fe Cristiana, pero si no compartimos nuestra fe, no estamos cumpliendo con nuestra comisión. Somos como sobrevivientes del Titanic que cantan y pulen el metal en la lancha salvavidas, mientras hay espacio para muchos que están ahogándose alrededor. No hay nada malo en pulir el metal… pero no mientras la gente se hunde alrededor de nosotros. Somos soldados en una misión. El verdadero Cristianismo no es un crucero de placer que se dirige al Cielo, es un buque de guerra estacionado en las mismísimas puertas del infierno.