7. El Dar Gracias- Haz lo correcto

Para el cristiano, cada día debería ser Día de Acción de Gracias. Deberíamos ser agradecidos incluso en medio de los problemas. El apóstol Pablo dijo “sobreabundo de gozo en todas nuestras tribulaciones” (2 Corintios 7:4). El sabía que Dios estaba haciendo todas las cosas para su bien, incluso cuando pasaba por pruebas (Romanos 8:28). Tendrás problemas en el camino. Dios personalmente te llevará a crecer como cristiano. Él va a permitir las tormentas, para que eches raíces profundas en la tierra de su Palabra. Oremos más en medio de los problemas. Es cierto lo que se ha dicho, “mirarás más allá en tus rodillas que sobre la puntas de tus pies.”

Un hombre una vez vio una mariposa luchando para salir de su capullo. En un esfuerzo por ayudarla, él tomó su cuchilla y cuidadosamente cortó el borde del capullo. La mariposa escapó de su problema… e inmediatamente murió. El que la mariposa luche es el plan de Dios. Es esa lucha la que hace que su corazón lata fuerte y envíe sangre a sus alas.

Las tribulaciones tienen su propósito. Nos hacen luchar – nos llevan a estar de rodillas. Son el capullo en que frecuentemente nos encontramos. Es allí donde la sangre de la vida de la fe en Dios nos ayuda a fortalecer nuestras alas. La fe y el agradecimiento son amigos cercanos. Si tú tienes fe en Dios, estarás agradecido porque Su mano fiel está sobre ti, incluso cuando estés en un foso de leones. Eso te dará una sensación profunda de gozo, y el gozo es el barómetro de la profundidad de tu fe en Dios.

Permíteme darte un ejemplo. Imagina que te digo que te voy a dar un millón de dólares si me envías un correo electrónico. Por supuesto, no crees que yo haría tal cosa. Pero imagínate que sí lo crees, y que sabes de 1,000 personas que han enviado el correo electrónico y cada una ha recibido su millón de dólares – sin compromiso alguno. Aún más. Me has llamado y personalmente te he asegurado que mantendré mi palabra. ¿Me creerías? ¿No tendrías gozo? Si no me creyeras, ¿habría gozo? La cantidad de gozo que tendrías es el barómetro de cuánto creíste en mi promesa.

Tenemos mucho por lo cual estar agradecidos. Dios nos ha dado promesas asombrosas y preciosas que son “deseables más que el oro”. Hazte un gran favor: cree en dichas promesas, agradécele a Dios continuamente y permite que tu gozo sea completo.

A un viejo granjero una vez lo visitó su pariente impío. Luego de que el granjero inclinó su cabeza y agradeció a Dios por la comida, el pariente rudo dijo “¿Por qué haces eso? No hay ningún Dios. Vivimos en una era de iluminación”. El viejo granjero sonrió y dijo “Hay uno en la granja que no agradece a Dios antes de comer”. El pariente se puso de pie y dijo “¿Quién es el iluminado?”, a lo que el granjero silenciosamente respondió “Mi cerdo”.

Compartir