Si usted escucha a la mayoría de los predicadores de la actualidad, ellos le hablarán de como Dios puede ayudarle, que aquí tiene su amigo quien existe para hacerle feliz, que Él tiene un plan maravilloso para su vida, sin embargo con una economía en deterioro, sequías, tsunamis y desastres globales, guerras, enfermedades incurables, inundaciones masivas, huracanes y el crimen en ascenso, no parece ser fácil prometer un futuro feliz para los que responden al evangelio.

Las palabras tienen distintos significados para distintas personas. Mientras algunos predicadores le dirán que un plan maravilloso consta en que Dios estará con nosotros en la fosa de los leones, no mencionan a los leones, por lo tanto se desilusionan al toparse con el primer león que se los quiere devorar. Las escrituras no representan a Dios como un mayordomo divino a la disposición y llamado de la humanidad. No existe la promesa de la perfecta felicidad en esta vida. Más bien la vida de un cristiano denota lo opuesto. La Biblia nos promete tribulación, tentación y persecución para los que viven una vida piadosa en este mundo de pecado.

Consecuentemente los escépticos tienen mucha razón al decir que la iglesia está llena de hipócritas, aquellos cuyas vidas no reflejan lo que deberían. Y toda la tierra está repleta de personas que creían ser cristianos pero que ahora se han alejado de la fe. La siguiente carta es típica de los que caen en este tipo de categoría.

Ray creyó, que yo era un cristiano falso y que nunca fui un creyente verdadero por todo este tiempo que yo pensé que era nacido de nuevo, un evangélico por muchos años, hablaba en lenguas, tuve varios dones del Espirito Santo, imposición de manos, el paquete completo.

Él pensó que era el paquete completo, pero le lanzaron una curva. Lamentablemente esta persona (que es una de tantas) es seguramente producto de un evangelio falso, con la promesa de una mejor vida. Noten la “evidencia” que esta persona cita de su supuesta conversión era el de poseer los dones, cuando en la Biblia nos dice que un cristiano se conocerá por sus frutos no por sus dones. Las escrituras listan los frutos que una persona justa (que siempre hace lo correcto) debe tener como evidencia de la conversión: el fruto de alabar (rendir alabanza a Dios por su gran bondad etc.), el fruto del agradecimiento (tener un corazón agradecido, por la increíble vida eterna etc.), el fruto del arrepentimiento (vivir en santidad, sin practicar el pecado), y el fruto del Espíritu (amor, gozo, paz, paciencia, bondad, templanza, fe y mansedumbre).

En lugar de poseer este fruto, el creyente falso se engaña así mismo y juega el papel de un hipócrita. No llega a conocer al Señor Jehová, porque su pecado lo distancia de Dios. Mantiene oculto su pecado, lujuria, egoísmo, un corazón codicioso, amargura etc.), y solamente es cuestión de tiempo (así como Judas) para que sea revelado como un impostor. Muchos hipócritas permanecen en la iglesia, sentados entre el pueblo de Dios, como cabras entre las ovejas, estos serán extirpados el gran día del juicio.

El motivo por el cual el falso creyente tuvo una conversión falsa, es que desde un principio no tuvo un arrepentimiento genuino bíblico. Nunca vio su pecado tal cual era. Es por eso que los mandamientos deben de ser utilizados al evangelizar, y no un falso evangelio; no bíblico de «dios tiene un plan maravilloso para tu vida.”

En lugar de intentar atraer a los pecadores al salvador, deberíamos de hacer lo que la Biblia nos dice. Nos lleva a ser uso de los 10 mandamientos. Es similar a la manera como la policía podría tener una amnistía para las armas ilegales. Le podrían decir a usted que está quebrantando la ley al tener posesión de armas ilegales, si usted la entrega para finales del mes no será enjuiciada y aquí está en esencia el mensaje del evangelio. Hemos pecado contra Dios Jehová al violar su ley. Ante sus ojos somos criminales y llegará ese terrible día del juicio final, cuando Dio revelará su ira en contra de la maldad, pero Él es rico en misericordia y nos ofrece amnistía. Si doblegamos nuestras armas de hostilidad, Él nos perdonará completamente a causa de la cruz.

Cuando dejamos a un lado el hecho de que los pecadores han violado la ley de Dios y están bajo su justa ira, no existe razón por la que no deberíamos bajar las armas.

En lugar de acudir a la cruz para ser salvados de la ira de Dios porque hemos pecado en contra de Él, ellos se acercan a Dios para probar experimentalmente dicho plan maravilloso si es mejor que el de ellos. Pues así no hay temor de Dios, no hay reconocimiento de pecado. (Esto es a causa de la ley. Véase Romanos 3:19,20, 7:7, 7:13) por lo tanto no hay una conversión genuina en Cristo Jesús.

Una mujer de nombre Kim escribió en una ocasión que su marido tenía nuestra serie de videos, y que él se mofaba de Kirk Cameron y de mí. Llamándonos los “The Hokey Brothers” y el apodo a nuestra serie “la Serie Disfuncional” en otras palabras el no creía en la forma de utilizar la ley de Dios para traer conciencia de nuestros pecados y el que fuese utilizado como “La forma maestra de acercarnos a Cristo” Gálatas 3:24. Ella nos relata.

Ya tarde por la noche el teléfono timbró, y era un hombre sumamente nervioso, el cual dijo que la mujer de la estación Unión en D.C.) le había dado su tarjeta de presentación y tal parecía que una amiga se había estacionado en doble fila y se acercó al guardia de seguridad y le dio la tarjeta diciéndole «esta es la mujer que contestara las preguntas que tengas en respecto a Dios.» El tartamudeando en el teléfono platicándome la historia me comentó que guardó esa tarjeta por un año, y en ocasiones la desechaba pero solamente para volverla a sacar de la basura. Clifton procedió a hacerme pregunta tras pregunta sobre la Biblia. Mi esposo me localizó un versículo para que lo leyese directamente conforme charlaba con Clifton por varias horas. Bueno después de la media noche Clifton aun no cesaba de cuestionarme sobre el motivo de que él necesitase a Dios en su vida y yo me desplaye totalmente al estilo Ray Comfort. ¿Ha mentido usted en alguna ocasión? Le repliqué. Mi esposo soltó la carcajada golpeteando su almohada al escucharme, yo le hacía señas para que guardase silencio, y en unos cuantos minutos el corazón de Clifton cambió. Él estaba ahora clamando a la necesidad de tener a Dios confesando que él nunca hubiese pensado que él necesitara de Él. Después hicimos una oración para luego jamás saber nada de Clifton. Ahora mi esposo no se pierde de la oportunidad de reírse de cómo yo solía burlarme de Ray.

Por lo tanto si tú eres cristiano, cerciórate de lo que Jesús hizo cuando presentes el evangelio a las almas perdidas de este mundo caído. Si ellos son humildes y tienen conciencia de su pecado, ofréceles pues la gracia de Dios (Juan 3:1-5) pero si son orgullosos y fariseos, dales la Ley para que puedan ser quebrantados y así puedan tener conciencia de su iniquidad, (Marcos 10:17-22). Haz como hizo el apóstol Pablo en Romanos en el capítulo 2., Él les dijo a los que le escuchaban:

Tú pues que enseñas a otro, ¿no te enseñas a ti mismo? ¿Tú que predicas que no se ha de hurtar, hurtas? ¿Tú que dices que no se debe de adulterar, adulteras? ¿Tú que abominas los ídolos, cometes sacrilegio? ¿Tú que te jactas de la ley, con infracción de la ley deshonras a Dios? Romanos 2:21-23.

Imita a Pablo, haz lo que Jesús hizo, ábrete a la Ley Divina, tal como el sermón del monte, y muéstrales a los pecadores la seriedad del pecado y de sus temibles consecuencias. No hacerlo sería traición, las terribles repercusiones.

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