
Un día vamos a escapar de todo lo que vemos en esta tierra. Nuestros ojos se cerrarán a todas las cosas familiares. En un instante – ¡O en el rapto! ¡Se abrirán delante de Jesucristo! Eso es lo que la «muerte» será para ti – si eres un hijo de Dios. Puede ser que hoy le temas a la muerte – ¡pero sólo vas a ver la cara de tu Redentor!~ J. R. Miller
Hace poco estuve limpiando mi viejo granero y encontré un álbum de fotos que me mostró como me veía hace veinte años. Joven, fuerte, sin arrugas, los hombros sin vellos, y abdominales de boxeador. Entonces me miré en el espejo y vi la realidad de que me estoy poniendo viejo. Por lo tanto, me voy al gimnasio hoy mismo, empezaré a comer más coles de Bruselas, y me cuidaré de las yemas de huevo. Aunque sé que puedo vencer a la «crisis de la media vida» con una mentalidad entusiasta agradeciendo todo lo que tengo en Cristo, para ser honesto, la idea de mi cercana cita con la muerte a veces me deprime. No quiero dejar de abrazar y besar a mis hijos, amar a mi esposa, comer una buena comida, respirar el aire del mar, y predicar el evangelio. Me encanta todo esto. Pero la lección del álbum de fotos me está enseñando a no aferrarme a este mundo. Dios es el rey y él tiene un plan que es perfecto. Si el vivir es Cristo «, y si la muerte es realmente ganancia, el mejor día de mi vida será el día que me de un ataque al corazón y cada una de mis arrugas, ¡es un recuerdo de que la cara de mi Redentor está casi a vista! Oh Señor, ayúdame a mantener este punto de vista y enseñarlo a mis preciosos hijos a medida que avanzamos a través de las páginas del calendario en el 2011.