“Nuestro Salvador nos dice ‘Tu fe te ha salvado’, porque  Él sabe que será entendido que la fe es sólo el medio que nos conecta con Él. Cuando en realidad es Él quien obra para salvación, mientras que la fe del creyente es el medio de obtenerla”.
~Charles Spurgeon

Yo estaba confundido acerca de cómo ser “salvo”. ¿Era yo verdaderamente salvo por la fe que tenía dentro de mi corazón o era salvo por algo que Dios se propuso en su corazón? Spurgeon derrama más luz sobre este crucial aspecto, cuando dice; “necesitamos arrepentirnos de nuestro propio arrepentimiento”. El punto es que no hay fe terrenal, arrepentimiento, buenas obras o creer que he reunido lo que hay en mi corazón natural, que pueda salvarme. La Biblia es muy clara: Mi fe no me salva, sólo Jesús (Efesios 2:8-9). La fe del creyente es un regalo de Dios. Mi fe es el medio a través del cual  Dios me ha salvado por su propio amor y gracia. Entonces, si alguna vez te preguntas si “tu fe te ha salvado”, puedes encontrar esta útil pregunta: ¿Es la confianza en mi propia habilidad la que me lleva a Jesús o es mi confianza en la habilidad de Jesús la que me lleva a Él? Si has recibido esa humilde fe de arrepentimiento que genera en ti el amor a Dios, el confiar en Jesús como Señor y Salvador, entonces tendré la confianza de decir que “Tu fe te ha salvado”.

~Kirk 

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