La risa tiene su lugar en todo cuerpo sano, saludable y santo.  ¡El hombre que nunca sonríe es morboso! Ha perdido el toque de la alegría en su vida… Se ha acostumbrado tanto a darle lugar a la tristeza que los músculos de su cara se han convertido en un conjunto de líneas duras y fijas y no pueden relajarse. ¡Sus pensamientos acerca de la vida son sombríos y la oscuridad ha entrado en su alma y oscurecido sus ojos!  Donde no hay risas el diablo anida. ¡Los demonios no se ríen! El hombre que nunca se ríe no debe culpar a sus compañeros si creen que hay algo malo en sus vidas, o algo oscuro en su interior.
~ J. R. Miller

Esta mañana mi prometida y yo mirábamos a nuestro hijo de seis años recitar sus versos en su servicio de primer grado en la capilla. ¡Oh, cómo nos sonrió con orgullo y alegría y gratitud! Caminar con nuestros hijos y un buen amigo a lo largo de los acantilados con vista a la costa, respiramos profundamente el aire salado y sonreímos con admiración a todo lo que Dios había hecho. La Biblia dice: «Un corazón alegre es buena medicina, pero un espíritu quebrantado seca los huesos». (Proverbios 17:22) y «Alegraos en el Señor siempre lo diré otra vez: ¡Alégrate!» (Filipenses 4:4). No es espiritual tener una cara larga. Es muy extraño para mí que la gente religiosa nunca sonríe. ¡Si alguna vez hubo un pueblo que tuvo razones para alegrarse, es el pueblo cristiano! Me imagino a Jesús sonriendo, riendo, y regocijándose con sus amigos y familiares. ¡Asegúrate, hay mucho para regocijarnos a la luz de la eternidad, pero limitar tu sonrisa es apagar el Espíritu Santo que produce alegría en el corazón de los que son suyos! Un hombre sabio dijo una vez: «¡Nunca puedes ser un mejor padre de lo que puedes ser al sonreírte! Si la alegría del Señor es nuestra fuerza, la alegría de los padres es la fuerza del niño. La muerte y oscuridad es para los demonios. ¡Aprovecha el día! Sonríe. Regocíjate en el hecho de que tu nombre está escrito en el cielo y que el Señor está allí para ti.

~Kirk 

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