«Porque Jehová ha oído vuestras murmuraciones con que habéis murmurado contra él;…»  Éxodo 16:8b

¡Esto es sorprendente! ¿Escucha realmente Dios cada palabra de descontento que hablamos? ¿Escucha Dios cuando nos quejamos sobre el clima, sobre el duro invierno, sobre el final de la primavera, sobre el verano seco y húmedo, sobre la cosecha, sobre los fuertes vientos, de las tormentas? ¿Escucha Dios cuando nos quejamos de nuestras circunstancias, sobre la dureza de nuestro destino, sobre nuestras pérdidas y decepciones? Si pudiéramos entrar en nuestros corazones y conservar en ellos continuamente la concientización de que cada palabra que hablamos se oye en el cielo, y llega a los oídos de Dios antes de llegar a cualquier otro oído – ¿murmuraríamos como lo estamos haciendo hasta ahora? ~ J. R. Miller

Justo el otro día, me senté con un hombre que se quejaba de un problema personal, de problemas familiares, y de la falta de dirección en su vida. ¡Que ingrato!  Apenas el año pasado, se quejaba de las mismas cosas. Es curioso, cuando oigo a mis hijos quejarse de «las injusticias» por los juguetes, la comida, o «a quien le tocó primero.» Es tan fácil ver que una nube de falta de  gratitud nubla su visión y los hace ciegos a las tremendas bendiciones que ellos tienen. «¡Ustedes han sido tan bendecidos!» Les recuerdo, apuntando a su salud, a una familia amorosa y a la relativa falta de problemas. ¿Cuánto más debemos, como cristianos, rebosar de acción de gracias cuando nos fijamos en todo lo que Dios nos ha dado en Cristo Jesús? La cruz; el ser libres del infierno; el cielo; el poder para vencer al pecado; la paz; la amistad con Dios; su amor eterno; su bendición para siempre. Hoy, voy a susurrar palabras diferentes debajo de mi aliento, palabras de alabanza, honor y agradecimiento a Dios por todo lo que Él es, por lo que ha hecho, y por lo que aún está por hacer. Que  tú y yo estemos marcados como «gruñones santos,» siempre murmurando frases que hablen de la grandeza, la bondad y el amor de Jesucristo. Y no sólo que las murmuremos, pero que las hablemos abiertamente con nuestros amigos, familiares e incluso desconocidos. ~Kirk

~Kirk 

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