“Christopher Hitchens (un autor ateo) murió hoy”.
Un amigo me dio la noticia por correo electrónico.
Aunque es triste que Christopher muriera, es aún más trágico que en realidad nunca vivió. Recuerdo mi propia vida como ateo, negando la grandeza de Dios y burlándome de su Palabra y de sus seguidores. Mientras yo estaba viviendo a lo máximo como actor en Hollywood, al mismo tiempo estaba muerto en mis pecados. No vine a la vida hasta que Jesús extendió su mano y me rescato de mi orgullo e ignorancia a través del arrepentimiento y la fe. Jesús dijo a los que en su día estaban atrapados en la incredulidad, «Y ustedes no están dispuestos a venir a mí para que tengáis vida.» (Juan 5:40) Al igual como mi historia, los que mueren en sus pecados nunca han vivido porque «no quieren» venir a Jesús, el único que da «vida» a los espiritualmente muertos. Me quedé despierto hasta tarde esa noche orando por Christopher (su nombre significa «portador de Cristo»), y pensando en la mente brillante que Dios le dio, y por su conocimiento cultural, y quede casi llorando por lo que él está experimentando ahora mismo. La vida es un don precioso de Dios que siempre debemos considerar sagrado.
~Kirk