Nada es demasiado grande para Dios

por | Mar 30, 2021

Takesha se dirigía a una cita para abortar a su hijo por nacer. Soltera y en sus veintes, ya tenía dos hijos en casa. “Es un lugar difícil para estar”, dijo.

De pie entre ella y la puerta principal de la clínica estaba John, que tenía el tratado “In the Womb” “En el Vientre” de Living Waters. Él le suplicó amorosamente que no matara a su bebé y le explicó que el cuerpecito sería desechado como basura. Ella pareció sorprendida por la información.

Pero ella aceptó el tratado en silencio, le dio las gracias y continuó hasta la clínica. John oró mientras la veía caminar por la puerta principal. No había nada más que pudiera hacer. Pero Dios comenzó a trabajar en el corazón de Takesha.

John se para frente a esta clínica casi todos los días. Ha suplicado amorosamente a cientos de madres que se quedaran con sus bebés. La cantidad de mujeres que eligieron la vida para sus bebés, debido a la veracidad, el amor y las oraciones de John, ¡es nada menos que milagrosa!

“Les cuento a todos sobre ‘180’”, explica John. “Muchos lo han visto mientras estaban sentados en esa clínica de abortos con sus auriculares puestos y han elegido la vida».

Aproximadamente una hora después, John vio a Takesha a punto de marcharse. Corrió al auto y le preguntó qué estaba haciendo. “Voy a Choices”, dijo, una clínica de embarazo para mujeres cercana.

¡Había decidido quedarse con su bebé!

John se reunió con ella en la clínica de salud ese mismo día para compartir el Evangelio, animarla y orar por ella y el bebé. “¿Qué te hizo cambiar de opinión?” preguntó. “Cuando dijiste: ‘Nada es demasiado grande para Dios’”, respondió. Takesha estaba embarazada de cinco meses de una niña a la que apodó “cabecita pequeña”, le dijo a John mientras le mostraba con orgullo el ultrasonido.

Su donación financiera de hoy ayudará a que recursos como “180” sean posibles, lo que a su vez hace posibles encuentros que cambian vidas como estos.

Compartir