“¿Cómo podría haber luz antes que el sol?”

Antes de que Dios creara el sol para iluminar la tierra (Génesis 1:14-18), proporcionó una fuente de luz para los primeros tres días. ¿De dónde habría venido la luz original (1:3–5)? La Biblia nos dice que Dios es luz (1 Juan 1:5; Apocalipsis 22:5), y que en los cielos y la tierra nuevos no habrá necesidad del sol ni de la luna, “porque la gloria de Dios los iluminaba” ( Apocalipsis 21:23). Algunas religiones paganas adoran al sol, e incluso la teoría evolucionista le atribuye la creación de la vida. Sabiendo que el hombre es propenso a adorar cualquier cosa menos al Creador, tal vez Dios lo hizo de esta manera específicamente para mostrar que Él, y no el sol, es responsable del origen de la vida (ver Deuteronomio 4:19; Ezequiel 8:16).

“…las luces del universo, contrariamente a las corazonadas de los astrónomos, se encendieron en un gran estallido. Era como si todos los candelabros de una mansión se encendieran simultáneamente en una noche sin luna”. John Bahcall, astrofísico (Newsweek, 3 de noviembre de 1997).

“¿No pueden ser largos los días de la creación, puesto que un día para el Señor son mil años para nosotros?”

Lea el versículo al que se hace referencia en esta pregunta (2 Pedro 3:8) en su totalidad y verá que dice algo muy diferente: “para el Señor un día es como mil años, y mil años como un día” ( énfasis añadido). No dice “un día son mil años”, sino que un día es “como” (como) mil años. Luego también dice lo contrario: mil años es “como” (como) un día. Así que eso por sí solo niega la idea de una escala de tiempo diferente. El versículo dice que ambos tiempos son equivalentes.

Además, no se trata de comparar el período de tiempo de Dios con el del hombre. Más bien, ambos tiempos son desde la perspectiva de Dios: “con el Señor” estos tiempos son los mismos. Las Escrituras nos dicen que para Dios el tiempo no tiene significado. Debido a que Él es eterno, fuera de la dimensión de tiempo que Él creó, un millón de años, un día y un milisegundo son todos iguales para Él. Ve toda la historia simultáneamente.

Algunos también aplican mal este versículo a Adán, diciendo que murió “el día” en que pecó porque vivió menos de mil años (ver Génesis 5:5). Pero incluso si Adán hubiera vivido 1.001 años, Génesis 2:17 seguiría siendo cierto: Adán murió el mismo día que decidió desobedecer a Dios; murió espiritualmente en ese instante.

“¿Por qué hay dos relatos diferentes de la creación en la Biblia?”

Algunos escépticos afirman que los capítulos 1 y 2 de Génesis son contradictorios, porque Génesis 1:25–27 afirma que Dios hizo los animales y luego hizo al hombre, mientras que 2:18,19 menciona al hombre y luego dice: “Jehová Dios formó de la tierra todos los animales del campo y todas las aves del cielo, y los trajeron a Adán para ver cómo los llamaría”.

Sin embargo, una lectura atenta muestra que no hay contradicción. Génesis 1 da cuenta día por día de toda la semana de la creación, mientras que Génesis 2 da los detalles de la creación del hombre en el sexto día. Dado que la obra de la creación terminó en el capítulo 1 (que termina con el final del día seis), Génesis 2 comienza recapitulando: “Fueron, pues, acabados los cielos y la tierra, y todo el ejército de ellos. Y acabó Dios en el día séptimo la obra que había hecho, y reposó el día séptimo de toda la obra que había hecho” (vv. 1,2). Para hacerlo aún más claro, Dios nos dice: “Esta es la historia de los cielos y de la tierra cuando fueron creados” (v. 4, énfasis añadido).

Obviamente, la actividad de la creación se ha completado en este punto, con los animales creados primero como dice Génesis 1. El hebreo original usado en Génesis 2 indica que Dios ya había formado (yâtsar) los animales de la tierra, y luego los trajo a Adán. No los volvió a crear. El orden es este: en el día seis, Dios hizo primero los animales, luego hizo al hombre, le mostró a Adán los animales que ya había hecho, para que Adán pudiera ver que no tenía pareja adecuada, y luego creó a la mujer.